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Wannacry: El Ransomware que paralizó el mundo

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WannaCry es un tipo de malware (software malicioso) que se propagó de manera global en mayo de 2017. Fue un ataque de ransomware que afectó a miles de sistemas informáticos en todo el mundo, causando importantes daños y pérdidas económicas.

Este tipo de malware es conocido por bloquear el acceso a los archivos y sistemas de una víctima, y exigir un rescate en criptomonedas para recuperar el acceso a los mismos. WannaCry es un ejemplo de ransomware de tipo «gusano», lo que significa que es capaz de propagarse a través de redes y sistemas sin necesidad de interacción directa con los usuarios.

El ataque comenzó el 12 de mayo de 2017, y en pocas horas se extendió a miles de sistemas en más de 150 países. El malware explotó una vulnerabilidad en el protocolo SMBv1 de Windows, la cual permitía la ejecución remota de código en un sistema afectado sin necesidad de autenticación. Esta vulnerabilidad había sido previamente descubierta y parcheada por Microsoft, pero muchos sistemas no habían aplicado los parches necesarios para protegerse.

Una vez que se infiltraba en un sistema, WannaCry encriptaba los archivos del usuario y mostraba una nota de rescate en la pantalla, exigiendo el pago en bitcoins para recuperar el acceso a los mismos. Además, el malware se propagaba a través de la red infectando otros sistemas en la misma red y continuando su propagación de manera autónoma. Esto permitió que el ataque se expandiera rápidamente y afectara a empresas e instituciones de todo el mundo, incluyendo sistemas de salud, infraestructuras críticas y grandes corporaciones.

Orígenes de WannaCry: historia y evolución de los ataques de ransomware

Los ataques de ransomware han existido durante décadas, pero el modelo de negocio basado en el pago de rescates en criptomonedas se ha popularizado en los últimos años. El ransomware se utiliza para bloquear el acceso a los archivos de una víctima, y los ciberdelincuentes exigen un pago en criptomonedas para liberar los datos. Este modelo de negocio ha demostrado ser muy lucrativo para los delincuentes, ya que pueden obtener grandes sumas de dinero con relativamente poco esfuerzo.

El primer ataque de ransomware conocido fue «AIDS Trojan» en 1989, que infectaba a las víctimas a través de disquetes infectados y exigía un pago para recuperar los archivos. Desde entonces, los ataques de ransomware se han vuelto cada vez más sofisticados y efectivos.

Uno de los ataques de ransomware más conocidos previos a WannaCry fue el ataque a la empresa de salud Anthem en 2015, en el que los datos personales de 78 millones de pacientes fueron robados y se exigió un rescate para su devolución. Otro ataque notable fue el ataque a la productora de televisión HBO en 2017, en el que se filtraron episodios de series populares y se exigió un rescate para evitar la publicación de más contenido.

El origen de WannaCry en particular se remonta a un grupo de hackers conocido como Shadow Brokers. Este grupo robó una serie de herramientas de hacking de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos en 2016 y las vendió en línea. Una de estas herramientas era EternalBlue, un exploit (programa malicioso) que explotaba una vulnerabilidad en el protocolo SMBv1 de Windows para ejecutar código malicioso en un sistema afectado.

Los creadores de WannaCry aprovecharon este exploit para diseñar su malware, el cual fue lanzado en mayo de 2017 y se propagó rápidamente a través de redes y sistemas en todo el mundo. Se cree que los responsables de WannaCry fueron un grupo de hackers norcoreanos conocido como Lazarus Group, aunque esto no ha sido confirmado por fuentes oficiales.

Análisis técnico: cómo funciona el malware, su estructura y características

WannaCry es un tipo de malware que pertenece a la familia de los ransomware. En términos técnicos, se trata de un programa malicioso que se ejecuta en el sistema operativo de una víctima para cifrar los archivos y exigir un pago en criptomonedas para recuperarlos.

WannaCry fue diseñado para explotar una vulnerabilidad en el protocolo SMBv1 de Windows. Este protocolo se utiliza para compartir archivos e impresoras en redes de computadoras. La vulnerabilidad permitía que un atacante pudiera ejecutar código malicioso en un sistema afectado sin necesidad de autenticación. Los creadores de WannaCry aprovecharon esta vulnerabilidad para propagar su malware a través de la red de la víctima y a otros sistemas vulnerables.

Una vez que el malware se ejecuta en el sistema afectado, busca y cifra los archivos en la computadora y en otros sistemas conectados a la misma red. Para cifrar los archivos, WannaCry utiliza el algoritmo de cifrado AES y una clave de cifrado generada aleatoriamente para cada archivo. Luego, los archivos se renombran con una extensión .WCRY y se muestra una nota de rescate en la pantalla de la víctima.

La nota de rescate exigía el pago de un rescate en bitcoins para obtener la clave de descifrado y recuperar los archivos. Los creadores de WannaCry exigieron inicialmente un rescate de 300 dólares en bitcoins, y amenazaron con aumentar el precio con el tiempo.

Una de las características distintivas de WannaCry es su capacidad de propagarse a través de la red de la víctima de manera autónoma, sin necesidad de interacción con el usuario. Esto lo convierte en un tipo de malware gusano. WannaCry utiliza una combinación de técnicas de explotación de vulnerabilidades y propagación de gusanos para infectar nuevos sistemas y propagarse a través de la red.

Análisis reverso de Wannacry

El análisis reverso de WannaCry es una tarea compleja que implica la descompilación del código fuente del malware, el análisis de su estructura y funcionalidad, la identificación de las técnicas de evasión y las medidas de seguridad implementadas por los creadores del malware para evitar su detección.

El análisis reverso comienza con la identificación de la versión específica de WannaCry que se está analizando. Cada versión de WannaCry utiliza diferentes técnicas de cifrado y de evasión, por lo que es importante conocer la versión exacta para entender cómo funciona el malware y cómo puede ser eliminado.

Una vez identificada la versión, se procede a descompilar el código del malware. La mayoría de las variantes de WannaCry están escritas en el lenguaje de programación C++, lo que significa que el código fuente se puede analizar con herramientas de análisis reverso especializadas.

El siguiente paso es el análisis de la estructura del malware. WannaCry se compone de varios componentes, incluyendo el archivo ejecutable principal, el archivo de configuración, el módulo de cifrado y el módulo de propagación. Cada uno de estos componentes tiene un propósito específico en la funcionalidad general del malware, y es importante analizarlos individualmente para entender cómo se combinan para lograr su objetivo.

El módulo de cifrado es uno de los componentes más importantes de WannaCry. Este módulo utiliza el algoritmo de cifrado AES para cifrar los archivos de la víctima y generar claves de cifrado únicas para cada archivo. La clave de cifrado se envía al servidor de command & control (C&C) del atacante, donde se almacena hasta que se recibe el pago del rescate. Una vez que se recibe el pago, la clave de descifrado se envía de vuelta a la víctima para recuperar los archivos.

El módulo de propagación es otro componente crítico de WannaCry. Este módulo utiliza una combinación de técnicas de explotación de vulnerabilidades y propagación de gusanos para propagarse a través de la red de la víctima y a otros sistemas vulnerables. El módulo de propagación utiliza la vulnerabilidad SMBv1 de Windows para propagarse a través de la red y buscar otros sistemas vulnerables. Además, utiliza técnicas de escaneo de puertos y de generación de direcciones IP aleatorias para encontrar nuevos sistemas vulnerables y propagar el malware a través de la red.

Los creadores de WannaCry implementaron varias medidas de seguridad para evitar su detección y análisis. Por ejemplo, utilizaron técnicas de ofuscación de código para ocultar la funcionalidad del malware y evitar su identificación por parte de los motores de detección de malware. También utilizaron técnicas de encriptación para cifrar los datos del malware y hacer que sea más difícil analizar su funcionalidad.

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Vulnerabilidades explotadas por WannaCry

WannaCry utiliza varios exploits y payloads para llevar a cabo su ataque. Los exploits que utiliza están dirigidos a las vulnerabilidades del protocolo SMBv1 de Windows, que permiten al malware propagarse a través de una red sin la necesidad de la interacción del usuario. Los payloads que utiliza se encargan de cifrar los archivos de la víctima y solicitar un rescate por su recuperación.

En particular, WannaCry utiliza los siguientes exploits y payloads:

  • Exploit EternalBlue: Este es el exploit principal que utiliza WannaCry para propagarse a través de la red. Aprovecha una vulnerabilidad en el protocolo SMBv1 de Windows que permite a un atacante ejecutar código malicioso en un sistema remoto. Este exploit fue desarrollado originalmente por la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA) y fue robado por un grupo de hackers conocido como The Shadow Brokers, que lo publicaron en línea en 2017. Microsoft lanzó un parche de seguridad para solucionar esta vulnerabilidad en marzo de 2017, pero muchas organizaciones no habían aplicado la actualización en el momento del ataque de WannaCry.
  • Exploit DoublePulsar: Una vez que se ha infiltrado en un sistema, WannaCry instala un malware adicional llamado DoublePulsar, que aprovecha la misma vulnerabilidad del protocolo SMBv1 para permitir que el malware se ejecute en el sistema. DoublePulsar funciona como un rootkit y se oculta en el sistema, lo que lo hace difícil de detectar.
  • Payload de cifrado: Una vez que se ha establecido en el sistema, WannaCry cifra los archivos de la víctima utilizando el algoritmo de cifrado AES. Cada archivo se cifra con una clave de cifrado única, que se envía al servidor de comando y control (C&C) del atacante. El malware también cambia la extensión del archivo cifrado a «.WNCRY», lo que indica que ha sido cifrado por WannaCry. Cuando los archivos de la víctima están cifrados, el malware muestra un mensaje que solicita el pago de un rescate para recuperar los archivos. El pago se solicita en Bitcoin y se ofrece una dirección de cartera de Bitcoin para enviar el pago.

WannaCry utiliza los exploits EternalBlue y DoublePulsar para infiltrarse en los sistemas de la víctima y el payload de cifrado para cifrar los archivos y exigir el pago del rescate. Estos exploits y payloads fueron diseñados para explotar las vulnerabilidades en el protocolo SMBv1 de Windows y se aprovecharon de que muchas organizaciones no habían aplicado las actualizaciones de seguridad correspondientes.

Impacto de WannaCry

El impacto de WannaCry fue significativo en todo el mundo, ya que infectó a cientos de miles de sistemas en más de 150 países. Se estima que el costo total del daño causado por el ataque superó los mil millones de dólares.

A continuación, se detallan los principales impactos de WannaCry:

Sistemas afectados: WannaCry infectó a más de 200,000 sistemas en todo el mundo en su primer día de propagación, lo que lo convierte en uno de los ataques de ransomware más grandes de la historia. Los sistemas afectados incluyeron hospitales, empresas, instituciones gubernamentales y usuarios individuales. Algunos de los sistemas más afectados fueron aquellos que utilizaban versiones antiguas del sistema operativo Windows, que no habían sido actualizados con el parche de seguridad correspondiente.

  • Sectores vulnerables: Los sectores más vulnerables a WannaCry fueron aquellos que dependían en gran medida de sistemas informáticos y de red, como el sector de la salud, la banca y los servicios financieros, y el gobierno. Los hospitales y clínicas fueron particularmente afectados, ya que muchos de ellos utilizaban sistemas operativos antiguos y no habían aplicado actualizaciones de seguridad.
  • Costo del rescate: A pesar de que se desalentó a las víctimas de WannaCry a pagar el rescate, algunas empresas y organizaciones optaron por hacerlo para recuperar sus datos. Se estima que se pagaron alrededor de 140,000 dólares en rescates a los atacantes de WannaCry. Sin embargo, es importante destacar que el pago del rescate no garantiza la recuperación de los datos y también puede alentar a los atacantes a continuar realizando ataques similares en el futuro.
  • Pérdida de datos y costos adicionales: Además del costo del rescate, las víctimas de WannaCry también sufrieron pérdidas significativas de datos y tiempo de inactividad. Muchas empresas y organizaciones también incurrieron en costos adicionales para limpiar sus sistemas y recuperarse del ataque.
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WannaCry tuvo un impacto significativo en todo el mundo, afectando a cientos de miles de sistemas y causando daños que superaron los mil millones de dólares. Los sectores más vulnerables fueron aquellos que dependían en gran medida de sistemas informáticos y de red, y algunas empresas y organizaciones optaron por pagar el rescate para recuperar sus datos. Sin embargo, es importante recordar que el pago del rescate no garantiza la recuperación de los datos y puede alentar a los atacantes a continuar realizando ataques similares en el futuro.

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Respuestas y lecciones aprendidas

El ataque de WannaCry fue un evento importante que sacudió a muchas empresas y organizaciones de todo el mundo. Las respuestas a este ataque variaron según la preparación previa y la gravedad del impacto. A continuación, se detallan las respuestas y lecciones aprendidas a raíz de WannaCry:

  • Respuesta inmediata: Muchas empresas y organizaciones respondieron rápidamente al ataque, poniendo en marcha sus planes de respuesta a incidentes. Esto incluyó la implementación de medidas de contención, la creación de equipos de respuesta y la colaboración con los proveedores de seguridad.
  • Mejora de la seguridad: Tras el ataque de WannaCry, muchas empresas y organizaciones revisaron sus políticas y procedimientos de seguridad, y tomaron medidas para mejorar su postura de seguridad. Esto incluyó la aplicación de parches de seguridad, la actualización de sistemas operativos y software, y la implementación de soluciones de seguridad adicionales, como firewalls, antivirus y soluciones de seguridad de endpoint.
  • Colaboración y comunicación: WannaCry demostró la importancia de la colaboración y la comunicación entre las empresas y organizaciones para prevenir y responder a los ataques cibernéticos. Las organizaciones compartieron información y conocimientos sobre WannaCry y otros ataques similares, lo que ayudó a prevenir futuros incidentes.
  • Sensibilización y entrenamiento: Muchas empresas y organizaciones también tomaron medidas para sensibilizar y capacitar a sus empleados sobre la importancia de la seguridad cibernética. Esto incluyó la educación sobre cómo identificar y evitar los ataques de phishing y la implementación de políticas de seguridad más estrictas para el uso de dispositivos personales y el acceso a la red.
  • Preparación para futuros incidentes: Finalmente, WannaCry demostró la importancia de estar preparado para futuros incidentes de seguridad. Las empresas y organizaciones tomaron medidas para desarrollar planes de respuesta a incidentes más completos y actualizados, y para realizar pruebas y simulaciones para asegurarse de que están preparados para un ataque cibernético.

En resumen, las respuestas y lecciones aprendidas de WannaCry demostraron la importancia de la preparación y la colaboración para prevenir y responder a los ataques cibernéticos. Las empresas y organizaciones han mejorado su seguridad y están mejor preparadas para futuros incidentes de seguridad gracias a las lecciones aprendidas de WannaCry.

¿Podemos dar por controlado Wannacry?

Aunque el brote inicial de WannaCry fue contenido en mayo de 2017, todavía hay muchas variantes del malware que continúan circulando por la red. Por lo tanto, no se puede decir que WannaCry esté completamente controlado en la actualidad.

De hecho, los expertos en seguridad han advertido que el malware WannaCry todavía representa una amenaza significativa para las empresas y organizaciones que no han tomado medidas adecuadas para proteger sus sistemas y redes. Además, los ciberdelincuentes están constantemente desarrollando nuevas variantes de WannaCry y otros tipos de malware para aprovechar las vulnerabilidades de seguridad en los sistemas informáticos.

Es importante tener en cuenta que el malware WannaCry se propagó a través de una vulnerabilidad de Windows que fue parcheada por Microsoft en marzo de 2017. Sin embargo, aún hay muchas empresas y organizaciones que no han aplicado este parche y que, por lo tanto, están en riesgo de ser infectados con WannaCry y otros tipos de malware.

Por lo tanto, es fundamental que las empresas y organizaciones sigan implementando medidas de seguridad adecuadas para proteger sus sistemas y redes contra WannaCry y otros tipos de malware. Esto incluye la aplicación de parches de seguridad, la actualización de software, la implementación de soluciones de seguridad adicionales, la capacitación de los empleados en cuestiones de seguridad y la elaboración de planes de respuesta a incidentes actualizados y completos. Solo así se puede minimizar el riesgo de ser afectado por WannaCry u otros ataques similares en el futuro.

Reflexiones finales sobre WannaCry

El ataque WannaCry fue uno de los mayores ciberataques de la historia y puso de relieve la necesidad de una ciberseguridad sólida y efectiva en el mundo actual. La propagación rápida y devastadora del malware a través de sistemas y redes vulnerables demostró que las empresas y organizaciones no pueden subestimar la amenaza de los ataques cibernéticos.

El ataque también dejó en claro la importancia de la colaboración y la comunicación entre las empresas, los gobiernos y los expertos en seguridad cibernética. En respuesta al ataque, se han llevado a cabo esfuerzos en todo el mundo para mejorar la seguridad cibernética y fortalecer la cooperación y la coordinación entre las diferentes partes interesadas.

Además, WannaCry subrayó la necesidad de una educación y capacitación continua en ciberseguridad para los empleados y usuarios de los sistemas informáticos. Los usuarios son la primera línea de defensa contra los ataques cibernéticos, por lo que es importante que estén preparados y capacitados para reconocer y reportar posibles amenazas de seguridad.

El ataque WannaCry fue un recordatorio importante de la necesidad de estar constantemente alerta y tomar medidas proactivas para proteger los sistemas y redes contra las amenazas cibernéticas. La ciberseguridad es fundamental para garantizar la protección de los datos y la privacidad de las personas y las empresas, y es esencial para garantizar la estabilidad y la continuidad de las operaciones empresariales y gubernamentales. Por lo tanto, es importante que se siga prestando atención a la ciberseguridad y se tomen medidas adecuadas para abordar las amenazas cibernéticas en el futuro.

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Lo primero de todo, soy Hacker .... Ético claro, ya que todavía hace falta incluir el adjetivo para diferenciarte de los ciberdelincuentes. Tengo amplia experiencia y conocimiento en Pentesting, Red & Blue Team. Analista e investigador de ciberseguridad. Estoy certificado como Hacker Ético Experto, y como Perito Informático Forense. Con amplia experiencia en análisis de amenazas y vulnerabilidades, análisis de riesgos, auditorías de seguridad y cumplimiento normativo (LOPD, GDPR). Arquitecto de ciberseguridad en sistemas, aplicaciones y redes. Hardening de servidores. Seguridad en entornos Cloud. Delegado de Protección de Datos. Speaker en diferentes eventos, congresos y formaciones en materia de ciberseguridad. Mentor en la National Cyber League de la Guardia Civil. Actualmente soy finalista para estar dentro de los TOP 100 Hackers de EC-Council.

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